Es un proyecto de Arte Urbano donde manifiesto por medio del stencil, sticker y paste up las jaurías perrunas deambulando por toda la ciudad de Quito.

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Gracias a una previa investigación realizada, titulada “Espacios y Dialectos Perrunos en la Sociedad Quiteña”, y el último censo del PAE, pude abordar esta problemática.

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Con la ayuda de mi cartografía, situé el florecimiento de las jaurías perrunas que se da sobre todo en las periferias de la ciudad de Quito. Los lugares alejados de la urbe son escogidos para abandonar a las mascotas. Al sentirse ellxs solos, los perros sobreviven de tal forma que buscan una manada acogiente que les ofrezca seguridad. Según el Cociba de la USFQ, en Quito, por cada 22 personas hay un perro abandonado. Esto quiere decir que hay un aproximado de 127 mil perros callejeros en toda la capital.

Con ello, mi obra se apega a visibilizar en la calle esta problemática social, al simular un imaginario donde únicamente los canes habitan en una sociedad humana deshabitada. Generar imágenes en el espacio público que evocan y connotan ha sido mi principal herramienta de intervención y de acción por parte de la gente. 

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Revelar cómo estas jaurías conviven con elementos y rastros humanos.  Viajando en manadas, deambulando y activando a su forma estos restos urbanos.

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Nosotrxs, conocemos a los perros principalmente como animales domesticables, pero en este contexto son perros que han crecido y vivido siempre en la calle, desconfiados de la huella humana. Su comportamiento es salvaje e irreconocible. Este imaginario, es una invitación a pensar en cómo el animal regresa a sus instintos básicos al definirse en un territorio “abandonado”.

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-Proyecto de Arte Urbano en la Residencia 3enRaya.